martes, 30 de enero de 2018

EL PANÓPTICO

Hola a tod@s, les dejo con un fragmento de un libro que me pareció muy interesante en su momento. Me acordé hoy de él y me gustaría compartirlo por ello con vosotros. Esperamos que os resulte al menos curioso. Un saludo. Gracias.


EL PANÓPTICO

Estructura.

El panóptico es una forma arquitectónica inventada por Jeremy Bentham en el siglo XVIII. Bentham la propuso como un modelo «ideal» para la organización o distribución de personas en el espacio de forma tal que las convirtiera en «cuerpos dóciles», en cuerpos que pudieran utilizarse y transformarse con mayor facilidad. La consideraba ideal en el sentido de que aumentaría la eficacia de las personas a la vez que reduciría al mínimo los esfuerzos necesarios para supervisarlas. Por tanto, el panóptico se consideraba como un modelo para una forma muy económica de poder.

La tecnología de poder en la cual se inscribía el panóptico no era del todo nueva, sino que recogía y refinaba las técnicas de control que se habían desarrollado en el nivel local: en campamentos militares, monasterios, escuelas, etc. Como forma arquitectónica, el panóptico constituía un edificio circular con un patio en el centro, o una serie de edificios en torno a un patio central. El edificio podía tener varios niveles, cada uno de ellos con la altura de una sola habitación. Cada nivel estaba dividido en espacios pequeños, y cada uno de ellos tenía una ventana trasera que dejaba entrar la luz natural y una amplia abertura delantera que daba al patio. No había ventanas laterales, entre las diversas habitaciones, de forma que sus ocupantes no pudieran tener contacto directo entre ellos. Estos espacios podían ser «celdas», «habitaciones de trabajo», etc., según la naturaleza y el propósito de la organización.

La mirada.

Cada uno de estos espacios individuales daba a una torre de observación situada en el centro del patio. En ella estaban los guardianes, y sus niveles se correspondían exactamente a los del edificio circular. Desde ella los guardianes de la organización podían observar ininterrumpidamente todas las actividades que tuvieran lugar en los espacios individuales. La visión de los guardianes se veía facilitada por la iluminación posterior de las habitaciones, lo que hacía destacar con nitidez las acciones de las personas que se encontraban en ellas. Nada podía escapar a la vigilancia. Las personas que se encontraban en las habitaciones eran objeto de observación perpetua. Estos espacios eran: «...pequeños teatros en los que cada actor está solo, perfectamente individualizado y constantemente visible» (Foucault, 1979, pág. 200).

Sin embargo, aunque las personas, en estos espacios, eran constantemente visibles para los guardianes de la torre, éstos no podían ser vistos por las personas que se encontraban en las estancias individuales. La torre estaba diseñada de tal manera que, mediante una cuidadosa disposición de ventanas y puertas, las personas de las habitaciones no pudieran ver a las de la torre. Las personas que estaban en los espacios individuales no podían saber nunca si las estaban observando en un momento dado. No les quedaba más remedio que asumir que podían ser vistos por los guardias en cualquier momento. De este modo, se sentían objetos de una mirada omnipresente. Este mecanismo de poder tenía el efecto de «incitar» a las personas a actuar como si estuvieran siendo observadas en todo momento.

Este debía ser un sistema de vigilancia muy efectivo y muy económico, puesto que hacían falta relativamente pocos guardias para su funcionamiento.

«Es el hecho de ser visto constantemente, de que siempre se puede ser visto, el que mantiene sometido al individuo disciplinado» (Foucault, 1979, pág. 187).

La evaluación y fijación de las vidas humanas.

La disposición de las personas en el espacio propuesta por el panóptico facilitaba las condiciones bajo las cuales estas personas podían, según las normas dictadas por la organización, ser clasificadas, cualificadas, medidas, comparadas, diferenciadas y juzgadas. Esto permitía concebirlas como casos individuales. Además, esta disposición espacial establecía condiciones ideales para el entrenamiento de las personas y para su evaluación según estas normas.

Así, la mirada omnipresente que sentían los ocupantes de las estancias individuales era en efecto una «mirada normalizadora». Esas personas se sentirían constantemente evaluadas según las reglas y normas determinadas por la organización. Esta mirada normalizadora sometería a las personas a «toda una regulación de su tiempo, sus actividades, su conducta, su habla, su cuerpo y su sexualidad» (1979, pág. 178).

La documentación acerca de las vidas humanas que se consiguió a partir de la invención de los archivos reforzó las prácticas de normalización y la individualización de las personas. Esto permitió que los individuos fueran «captados y fijados por escrito», y facilitó la confección de estadísticas y el establecimiento de normas, es decir, la construcción de conocimientos globales y unitarios sobre las personas. Siguiendo a Foucault, la descripción de las personas, «la conversión de vidas reales en escritos», pasó a ser un mecanismo importante dentro de esta nueva forma de control social.

Así como las religiones exigían antaño el sacrificio de los cuerpos, el conocimiento pide ahora que experimentemos en nosotros mismos, no sexige que sacrifiquemos el sujeto del conocimiento (1984c, pág. 96).

Al facilitar el registro y la «cosificación y subjetivación» de las personas, el archivo se convirtió en algo indispensable para la «formación del individuo».

Juicio normalizador.

El panóptico fue un modelo destinado a lograr el sometimiento completo y eficiente de las personas. Además de que cada individuo se sentía sometido a examen en todo momento respecto a las reglas y normas de la organización, cada uno de ellos estaba aislado de los demás en su vivencia de ser controlado, en su sometimiento al «juicio normalizador». Puesto que las personas situadas en los espacios individuales no podían tener contacto directo con las demás, no era posible que compararan sus experiencias, generaran conocimientos alternativos, o establecieran coaliciones que les permitieran protestar contra esta subyugación. En este sistema de observación estrictamente jerárquico, en esta «pirámide individualizadora», no podían tener lugar la lucha y la resistencia que acompañan habitualmente a la «multiplicidad». De esta forma, cualquier contrapoder quedaba eficazmente neutralizado.

El panóptico proporciona un modelo para un sistema de poder particularmente moderno que se apoya en la técnica del «juicio normalizador». Éste no conduce a un sistema de control social en el que las personas sean juzgadas según un valor basado en criterios morales, o en el que las consecuencias se determinen según el «mal comportamiento» de alguien. Por el contrario, es característico de un sistema de control social en el que se juzga a las personas a partir de cierta norma o descripción pormenorizada de la conducta que deben seguir. El examen meticuloso sustituye al juicio moral. Las consecuencias se determinan según el nivel de ejecución de la persona. Aquí, no es delito «obrar mal» sino «no alcanzar el nivel exigido, o fracasar en el cumplimiento de la tarea». Cualquier desviación de la norma y de la regla es susceptible de ser castigada.

Autosometimiento.

Este moderno sistema de poder no sólo convierte a las personas y sus cuerpos en objetos, sino que también conduce a las personas a desempeñar un papel activo en su propia subyugación, a participar activamente en el proceso de adaptar sus vidas a las normas o especificaciones de la organización.

Tal y como hemos señalado más arriba, al no conocer nunca el momento del examen, las personas sólo pueden sentirse seguras asumiendo que son objeto de una vigilancia perpetua. En estas condiciones, vigilan constantemente su propio comportamiento, evaluando todas las acciones y gestos en relación con las normas estipuladas por la organización. Y en cuanto identifican cualquier anomalía o aberración en su propia conducta, se ven inducidas a relacionarse con sus propios cuerpos como objetos, a iniciar acciones disciplinarias y correctivas para domesticarlos. De esta forma se convierten en sus propios guardianes. Vigilan sus propias acciones. Y se convierten en objetos de su propio examen.

Aquel que se encuentra en un punto de mira y lo sabe, asume responsabilidades por las limitaciones que impone el poder; las aplica espontáneamente a sí mismo; se inscribe en una relación de poder en la que desempeña simultáneamente ambos papeles; se convierte en el principio de su propia subyugación (1979, pág. 202).

Una forma positiva de poder.

Foucault argumenta que el panóptico proporciona un modelo de poder cuya naturaleza y efectos son positivos y no negativos. Al hablar del carácter positivo del poder, Foucault no se refiere a «positivo» en el sentido habitual, es decir, como algo deseable o beneficioso. Se refiere más bien a una forma de poder que es positiva en tanto en cuanto da forma o moldea la vida de las personas. Esta noción de un poder de efectos positivos se opone a las concepciones habituales del poder que proponen que el poder es represivo en cuanto a su funcionamiento y a sus efectos, que ante todo descalifica, limita, niega y reprime; que su fuerza y naturaleza son negativas.

Foucault argumenta que en las sociedades occidentales no estamos sometidos primordialmente a los efectos de un poder negativo o represivo, sino a los efectos de un poder positivo que da forma a la vida de las personas. A través de este poder, las personas se someten a «verdades» normalizadoras que prefijan sus vidas y sus relaciones. Estas «verdades» son, a su vez, construidas o producidas en la aplicación del poder.

Debemos dejar, de una vez y para siempre, de describir los efectos del poder en términos negativos: «excluye», «reprime», «censura», «abstrae», «enmascara», «oculta». En realidad, el poder crea. Genera realidades, crea dominios de objetos y rituales de verdad. El individuo y el conocimiento que se pueda obtener de él son productos suyos (1979, pág. 194).

Cuando habla de «verdades», Foucault no suscribe la idea de que existan hechos objetivos o intrínsecos acerca de la naturaleza de las personas, sino que se refiere a ideas construidas a las que se concede el estatus de verdaderas. Estas «verdades» son «normalizadoras en el sentido de que construyen normas en torno a las cuales se incita a las personas a dar forma o construir sus vidas. Por consiguiente, se trata de «verdades» que en realidad prescriben cómo ha de ser la vida de las personas.

Poder soberano versus poder moderno.

Foucault también contrasta esta forma moderna de poder que inspiró el desarrollo del panóptico con una forma anterior de poder, el «poder soberano». La eficacia de esta forma anterior de poder dependía en buena medida de hasta qué punto el soberano era visible para el populacho; las personas sentían el poder del Estado sobre todo a través de la visibilidad del soberano. Se utilizaban diversos mecanismos para dirigir «los focos» hacia él, para inculcar el poder del Estado al pueblo, entre ellos la ceremonia y el espectáculo. Por lo tanto, el poder era más intenso en su punto de origen.

Bajo el reinado del soberano, las personas objeto del poder eran invisibles. Quienes sufrían este poder más directamente eran aquellos que estaban encerrados en las mazmorras, fuera de la vista de los demás. La capacidad de desterrar era una medida de la eficacia de esta forma de poder. El poder soberano demostró ser una forma de control social muy costosa y relativamente ineficaz.

Por el contrario, el éxito del mecanismo de poder representado en el panóptico depende en gran medida de que la fuente del poder no sea visible para quienes lo padecen. Y, en esta forma de poder, son los sujetos quienes están bajo la luz de los focos. La efectividad de esta forma de control social se mide según el grado en que los sujetos llegan a ser siempre visibles. Por lo tanto, esta modalidad de poder no es más intensa en el punto en el que se origina, sino en su punto de contacto, y proporciona una forma de control social muy económica y eficaz.

En pocas palabras, sustituir un poder que se manifiesta a través de la brillantez de quienes lo ejercen por un poder que de forma insidiosa objetiva a aquellos a quienes se aplica; formar un corpus de conocimiento sobre estos individuos en vez de desplegar los ostentosos signos de la soberanía (1979, pág. 220).

El panóptico constituye también un modelo de un mecanismo de poder que se automantiene y cuyo funcionamiento es extremadamente autónomo. Los propios guardias del panóptico están sujetos a este poder. No pueden saber quiénes de las muchas perso nasque visitan la torre son en realidad supervisores. Por lo tanto, se sienten sometidos a la continua evaluación de personas a las que no pueden ver, y se ven impulsados también a actuar según las normas establecidas para su comportamiento. Por tanto, el panóptico proporciona un mecanismo en el que todos son simultáneamente objeto e instrumento o vehículo del poder.

Éste es precisamente el aspecto diabólico de la idea y de aquí derivan todas sus aplicaciones. No se trata aquí de un poder que esté totalmente en manos de una persona que lo ejercita en solitario y de forma absoluta sobre los demás. Es una máquina en la que están atrapados todos, tanto los que ejercitan el poder como aquellos sobre quienes se ejerce (1980, pág. 156).

Discusión.

El panóptico, como forma arquitectónica, nunca alcanzó la popularidad que Bentham esperaba. Se aplicó de forma limitada, principalmente en hospitales y prisiones. Y resultó no ser tan perfecto para el sometimiento de las personas como se había dicho.

Sin embargo, según Foucault, sobrevivió la idea de que era posible y deseable conseguir el control social mediante la activación anónima y automática del poder. La tecnología del poder para la cosificación de personas y cuerpos, tal y como se había formulado en el panóptico, fue globalmente adoptada al servicio de la economía. «Para el despegue económico de Occidente fue necesario administrar la acumulación de hombres, a fin de acumular capital» (1979, pág. 168). Esta tecnología, así como las diversas disciplinas de las ciencias humanas, hicieron posible el surgimiento del capitalismo.

...las ciencias describen, clasifican, especializan; distribuyen a partir de escalas y respecto a una norma, establecen jerarquías entre individuos y, si es necesario, descalifican e invalidan (1979, pág. 223).

Foucault argumenta que hemos entrado en la «era del examen eterno y de la cosificación compulsiva»; que vivimos en una «sociedad de la normalización» en la que la evaluación ha reemplazado a la tortura y se ha impuesto en la administración de justicia, en temas de control social, en el control de cuerpos, de grupos y del conocimiento.

Es ésta una forma de poder que está «por debajo» de la ley, que se ha infiltrado en los procesos judiciales. Foucault se refiere a la normalización de la ley: «la referencia a medidas estadísticas y a juicios sobre lo que es normal en vez de sobre lo que está bien o mal», «el aislamiento de las anomalías y su normalización mediante medidas correctivas».

            [...] En este sentido, creo que estas prácticas ofrecen una base a partir de la cual llevar a cabo la propuesta de Foucault de que iniciemos acciones para:


...liberarnos tanto del Estado como del tipo de individualización ligada al Estado. Debemos promover nuevas formas de subjetividad rechazando este tipo de individualidad que se nos ha impuesto durante siglos (1982, pág. 216).

[...] Y hay personas que se esfuerzan por construir su vida según determinadas historias y que siguen sus propias ideas, pero que tienen dificultades en este empeño debido a los relatos dominantes y descalificadores que otras personas mantienen sobre ellos y sus relaciones.

Extracto sacado del libro: Medios Narrativos Para Fines Terapéuticos. Michael White y David Epston.

lunes, 29 de enero de 2018

HERIDAS EMOCIONALES

Hola a tod@s, si les gustó la última entrada que publiqué sobre heridas emocionales y les sirvió de ayuda, hoy les dejo algunos vídeos más sobre reconocer heridas emocionales, comprenderlas y todo eso. Esperamos que les gusten y les sirvan de ayuda e inspiración. Un saludo. Gracias.

viernes, 26 de enero de 2018

DIME CÓMO ERES Y TE DIRÉ QUE HERIDA EMOCIONAL TIENES

Hola a tod@s, hoy he estado viendo este vídeo, el cual me parece muy interesante y me ha ayudado aprender y comprender muchas cosas sobre mí misma, por lo que espero, que a vosotr@s también os sirvan de ayuda para comprender y sanar. Esperamos que les guste. Un saludo.


lunes, 22 de enero de 2018

LA IMPORTANCIA DE LOS SUEÑOS EN NUESTRA VIDA

Hola a tod@s, este va dedicado especialmente a todas las personas que quieran saber más de sus sueños, su utilidades, los tipos de sueño, etc... Esperamos que les guste el vídeo. Nos pareció interesante cuando lo hemos visto. Un saludo.


miércoles, 17 de enero de 2018

ATRAER A TU PAREJA

Hola a tod@s, el vídeo que les dejo hoy está relacionado como encontrar a tu pareja del Alma. Este vídeo está enfocado para que busquen pareja sabiendo que lo más importantes es ser vosotr@s mism@s. Esperamos que les guste y sea de ayuda. Un saludo.

ECOLOGENIA POLÍTICA

Hola a tod@s, les dejamos hoy con otra seria de vídeos de Gabriel Silva que esperamos que les sea de interés y les guste. Un saludo.